Algo de mi

Me emociona recordar esos primeros momentos, donde mis hijos fueron el motor, el empuje para iniciar este camino y agradezco su presencia en mi vida. Ellos han sido grandes maestros para mí.

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Desde niña me apasionó la pintura, la fotografía y el deporte.

Con los años pude ver como la pintura facilitó la sanación en mí y en los demás, el deporte me mostró "como juego en la cancha juego en la vida", y la fotografía me permitió poner foco y simbolizar una experiencia sentida en una imagen.

De hecho las fotos que vas a ver en esta página son parte de mi historia, cada una de ellas representa una experiencia vivida.

Antes de los 30 años y embarazada ya de mi tercer hijo decidí empezar a pintar formalmente. Pinté y pinté, experimenté lo sanador del arte y la expresión, aprendí y desarrollé diversas técnicas plásticas que luego llevaría a la consulta. 

Una vez nacido mi cuarto hijo empecé a dar clases de pintura decorativa.

Mi vida se transformó.

Experimentaba una pelea interna entre lo que debía ser y lo que hacía, parecía que no estaba haciéndolo bien.... Cada día que pasaba, esto se acentuaba, mientras trataba de encontrar un equilibrio entre la crianza de mis hijos y las clases. 

Para lograr esto y no morir en el intento empecé a meditar y un proceso personal. 

Al mismo tiempo noté que en las clases de pintura las alumnas compartían muchos de sus conflictos personales y esto me dio que pensar... como podría aprender a escuchar? como podría escucharme yo?

Es ahí cuando apareció el counseling en mi vida.

Decidí hacer la carrera con la única intención de aprender a escuchar y me encontré con mucho más, una manera diferente de estar. Actitudes que marcaron una diferencia en la manera de vivir y de relacionarme con los demás.

Fueron épocas de mucho aprendizaje, incorporé diferentes disciplinas y herramientas, llevándolas luego a la consulta con muy buenos resultados.

A medida que iban creciendo mis hijos, mi energía estaba más disponible para mi trabajo. En un momento y progresivamente decidieron dejar el país y actualmente los cuatro están viviendo en el exterior.

Esto me llevó a trabajar profundamente la ausencia, el vacío, el desapego, duelos, ilusiones. Fue un proceso intenso, con mucho dolor y también mucho aprendizaje. 

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Mientras esto sucedía apareció el deseo de acompañar a otras mujeres, a integrar en lugar de pelear.  

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Hoy tengo los conocimientos y las herramientas para ayudarte a encontrar tus propios recursos personales, reconocer lo que queres, desarrollar tu proyecto, crecer personalmente, dejar de pelear, encontrar un equilibrio.

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